Espérame, amor

Dos simples horas rendian honor a la vida de un amor que llegó a un trágico final, acontecido por el fallecimiento de la mujer de un buen hombre que vivió junto a ella hasta su último suspiro. Vida que pierde sentido, tensa calma la que ahora le obliga a reflexionar y recordar los buenos momentos que junto a ella paso, soledad confusa que tiene la esencia del amor arraigado en su corazón, mente que no quiere asimilar que no se volverá a abrir la puerta de la entrada, ni volvera su sonrisa, su cariño, su fragancia...

Largas horas de dolor, de amargura por no poder volver a tenerla entre sus brazos, cruda realidad, impotencia y lágrimas. Ojalá el tiempo se parará en su ultimo beso y no tener que avanzar hacia un destino de dolor, pero como parte de la vida llegó la muerte y es irremediable ya, solo le queda la posibilidad de seguir avanzando, luchando y sin detenerse, por un camino de rosas marchitas con la esperanza de encontrar el final en el horizonte, para encontrar el Edén y dar un nuevo comienzo a un amor que será eterno. Camino que entraña dos grandes contratiempos... tener que evitar que las lágrimas de dolor y el viento del olvido apaguen la llama en su corazón en el que ahora reside el alma y la esperanza de los dos.

PD: Escribí esto en honor a mi profesor de matemáticas, el cual perdió a su esposa recientemente, aunque, por supuesto, no lo leyó, pensaba conservarlo en mi libreta... pero creo que aquí os será de más ayuda que estando oculto a la gente.