Monday, February 16, 2009

Sueños, esperanza, vacío.

Sueños

En torno a la ilusión, la imaginación y los suspiros que delatan el deseo que arde en el interior y que al no ser satisfecho consigue quemarte dificultando más la situación. En el reducto del desamparo dónde el arte es el entorno, el lugar dónde se pueden encontrar aún sonrisas y resquicios de tiempos mejores, dónde la apariencia es realidad, dónde no hay mentiras por omisión, dónde los sentimientos pueden tocarse, olerse, allá en el lugar dónde uno es sincero con un mismo, se crea un mundo que envuelve y que engaña, un mundo a donde es fácil acudir, pero que al ser comparado con la realidad ejerce una presión y un sentimiento irreprimible de impotencia. Ese mundo ya me axfisia y no me deja vivir, porque es mi único escondite dónde el aire está viciado, dónde sé que vivo entre mentiras que yo mismo he creado y que no logro alcanzar. Allá doy por buenas, explicaciones que no puedo demostrar, conjeturo e intento ver más allá, pero no hay luz en el camino que me permita discernir donde pisar y presiento que hace tiempo emprendí el camino hacia ese abismo de silencio que los gritos no logran ni arañar.

No siempre los sueños son agradables y en el momento en que ves que ya no se cumplen, aquel mundo agradable dónde bastaba mirar para no dudar de que la vida merece ser vivida, se vuelve árido, inhóspito y terriblemente frío. Dónde la magia con la que conseguías hacer brotar belleza, armónicas melodías y sonrisas, no tienen fuerza ni para encender una chispa. Es entonces dónde decides emprender un camino con la esperanza de hallar una luz que te guíe de vuelta a lo que antes fue una fuente que manaba inspiración, pero dónde ahora no hay vida y los engranajes han dejado de girar.


Esperanza

Perdido el camino en los sueños y con una visión más triste de la realidad, a medio camino entre ambas dejas fluir la esperanza, la experiencia te indica que no está todo perdido, que quedan personas que no han perdido su luz y que podrán ayudarte. En un camino dónde no aciertas a mantenerte firme, la inseguridad te hace presa pues en el fondo sabes que hallar la luz de las personas se halla en el interior y alcanzarlo en condiciones óptimas puede ser fácil, pero no cuándo apenas sientes más que dolor y cansancio, no cuando las fuerzas te abandonan cómo granos de arena ante el viento. Pero no deja de ser tu mejor baza.

Giras en torno a tus ideas, dejas que la razón construya las palabras, que el corazón bombee la tinta de tu esencia y das lo mejor de ti para reencontrarte con un pasado social que olvidaste haber abandonado, augurando lo deteriorado que estaba, del que decidiste partir para no terminar perdiendo tu visión particular, para no sumirte en las filas de la degradación y encuentras un frío mayor que el de tu imaginación, el frío de quién no tiene sueños, de quién se halla en un vacío corrupto similar al tuyo y el olvido de quienes se hallan plenos, felices e inaccesibles para los ecos del pasado, para la tarea de enmendar. Encuentras un nuevo desamparo, encuentras incomprensión, sintiéndote ajeno a todo cuánto fue cercano. Distante del calor que palpaste, de la compañía que gozaste y de los sueños que sembraste.

Toda luz que encuentras es parte de un espejismo o está encerrada tras un cristal blindado a prueba de amor.

No basta con ser sincero, no basta con pedir ayuda, no basta con el pasado, no basta con las garantías y los favores, no basta ya con las palabras, no basta con el corazón.


Vacío

Estar sentado en esta vida por tiempo prolongado es dejar que escape, es evitarla, es acabar con ella de forma voluntaria, pero caer en su precipicio fruto de los golpes que ella misma te asesta es ver cómo giras en una espiral de vacío y todo esfuerzo es inútil, giras y giras sin encontrar nada a lo que agarrarte, es cómo mirar a la nada, sentir cómo arranca en ti lo que fuiste y lo que eres, ver cómo inhibe innumerables veces los sentimientos que te esfuerzas por resurgir, cómo caes en una red de pasividad, una red instintiva de supervivencia, sin fruto, dónde unicamente logras arrastrarte a base de vicios y el viento arranca de tu memoria los buenos momentos y sólo deja el dolor, porque el dolor se olvida, pero prevalece cómo pequeñas partículas de terror que sembraron tu vida y cuándo empiezas a ver que la tierra fértil se ha agrietado hasta dejarlo nuevamente a la vista, sientes que los buenos momentos no te dejan sabor de boca y que arriesgarse a mirar atrás es encontrarse con toda seguridad con algo que te desmoronará.

El vacío es potencialmente un imán de negatividad, que te impide levantar cabeza y que te entierra progresivamente en tus sueños rotos, en los que incansablemente intentas tener y que actuan cómo movimientos bruscos en la arena movediza, succionándote hasta que sólo consigas ser una parte más de la nada.

No oigo el latir de mi corazón, no tengo fuerza para enmendar las pequeñas cosas que están a mi alcance, no siento las palabras de la gente, mis lágrimas me ahogan y la impotencia bloquea mi garganta y mi estómago. Ya sólo mi mano sobresale de este montón de miseria. Quiero creer que queda una oportunidad, que puedo salir, que alguien me agarrará antes de que la nada me lleve, que yo mismo lograré encontrar un camino. Pero querer creer no es más que soñar y eso es sólo darle más fuerza a quién me quiere llevar.

Dejé de volar, dejé de sentir y ahora estoy dejando de vivir.

Nos dijeron que no podiamos ser felices y nos lo creimos. El miedo a vivir hizo el resto. En esta gran oportunidad llamada "Vida" no ser sincero y guardar nuestros anhelos eternamente sólo nos conduce al principio de esta historia.

Friday, February 06, 2009

Rivers...

The life's river, over the years, has taught me to avoid the stones I found in his waters, but I can't see all of them and they hit me in the face and others hit me in the back by treachery.

The river follows the course which the bad men imposed and I, like a fresh fish, swim against the current, in this polluted river, crowded of dead fish which points me with the finger just because I say what I think.

Some people, like a hyena, hope to see you defeated in the ground,they want to make firewood from the fallen tree, these are the miseries of the human heart, but nothing can stop me if I believe in what I'm doing, nobody can stop me, neither drown my dreams in this river .

Only at the end of the river, when it melts with the sea (between the silvery waves),The man with the Scythe will set my hour.

From Ladran luego cabalgamos Song