Sunday, February 18, 2007

Episodio I: La amenaza bogavántica (II).

Gamba Wars.

Episodio I: La amenaza bogavántica.


Capítulo 2: Medusooine.


Tras siete u ocho paradas en diversos estanques, de camino a TiburosCant, a Gambidala se le antojó recoger a un esclavo que sustituyera a Gambible en el lejano estanque de Medusooine. A regañadientes, Obi GambaWan dirigió la nave-Ostra-real hacia el estanque desértico (¿?).

Aterrizaron levantando a los polvos del desierto, dejando a la pobre arena a medias en un coito que había de durar hasta el fin de los tiempos y cuatro minutos más (protestaron lanzándoles condones ya usados al casco de la nave), en una explanada algo alejada de MedusEisley, el principal asentamiento planktoniano de Medusooine. Excepto Gambible, a quien Gambidala dejó encadenado en la nave, todos bajaron a recorrer la ciudad. Allí conocieron a Anakin LangostiWalker, un esclavo de una merluza pegajosa, asquerosa, y todo lo negativo que pueda acabar en –osa, y además con alas.

-Vaya vaya… ¿queréis mi esclavo, eh? blllbl* Os costará caro, ¡ya lo creo! Bllbl

-Que asco de tío… - pensaba en voz alta Gambidala.

-¿Qué decí-blllbl-as? – Se percató Merluzatto.

-No decía nada – Se apresuró a corregir Qui Gambón, a quien Gambidala le lanzó una lujuriosa mirada que hizo que su caparazón se agrietara.

Mientras que Gambidala y Qui Gambón charlaban con Merluzatto, Obi GambaWan se escabullía por la tienda, para enganchar a Anakin LangostiWalker y sacarlo a patadas por una abertura en el tejado del tamaño de un micro-garbanzo metacósmico. Tras siete horas de negociación, Merluzatto se dio la vuelta para rascarse el culo y vio a Obi GambaWan incrustando a su esclavo por un agujerito de la pared.

-¡¡Pero qué es bllllblsto!! – Gritó indignado - ¿Entráis en mi tblllblenda, me hacéis perder el tiempo, y todo para abrirme un bllllbloquete en la pared?

-Esgltoy aglí, abo… - dijo casi imperceptiblemente Anakin LangostiWalker.

Justo en ese momento, se oyó un ¡clonk!. No era un ¡clonc!, ni un clonc, ni siquiera algo remotamente parecido a un clonk!, sino un ¡clonk!, terminado en k. Típico ¡clonk! de cuando una honrada ama de casa incrusta una sartén en el feo careto de su marido (o la coronilla, en su defecto), pero con cierto acento orko. Al poco rato, Qui Gambón reentraba en el local, con una hojalata deformada sujetada por sus manos, que tenía detrás de la espalda, mientras se acercaba “disimuladamente” al mostrador, silbando, levemente agachado, para lanzar la hojalata tras el mismo, y luego erguirse, con las manos entrelazadas, tras su culo feo, y mirando al techo, sin parar de silbar.

Gambidala le miró otra vez con lascivia y lujuria supremas, tras lo cual Qui Gambón se metió en un callejón cercano, y regresó a la tienda con cara de satisfacción y relajación, tras vaciar su caparazón (en esta parte de la historia, todos los animales marinos cantan una versión Death Metal de “Bajo el mar”, con todas las palabras acabadas en –ón).

Tras el conciertito de marras, GambaWan había conseguido finalmente sacar a Anakin LangostiWalker por el agujerito de la pared, habiéndolo sustituido (a ostias; el agujero), por uno sensiblemente más grande. GambaWan salió de la tienda, abrió su maletín de plankton y embutió a LangostiWalker dentro. Volvió a entrar en la tienda, mientras Merluzatto se preguntaba por qué demonios no dejaban de entrar y salir, cuando se le ocurrió que quizá podía ser por ese pedazo de nave de calidad que tapaba parte de la pared trasera de la tienda. En el momento en el que Gambidala se lanzaba a por “la pata” inferior de Qui Gambón, y GambaWan abrazaba su maletín planctónico, el cual, por cierto, no cesaba de moverse, golpeando a GambaWan en “la pata” inferior, una nave se estaba estrellando contra la tienda de Merluzatto.

Total, que con semejante escena, el autor se ha perdido. Si me permitís que la rehaga, nada, esto son cinco minutitos, y hacemos algo gracioso, pero con cierto sentido metafísico intrínseco.

======= ESTA HISTORIA ESTÁ EN OBRAS =======

====MUSIQUITA DE “ESPERE, POR FAVOR”====

===YA CASI ESTÁ ESTO LISTO===

==UN POCO MÁS Y YA==

=QUE PESAD@ ERES, MAJ@=

Bien, vayamos a la parte en la que GambaWan está guardando a Anakin en su maletín planctónico (nada que ver con Planck, ojo). De esto que el tío entra en la tienda, ¿no?. Y se encuentra a una pedazo de gamba que está como un queso, que casi se la está… ya sabes, ¿No? A su maestro Gambdi. El caso es que el dueño de la tienda también está alucinando en colores, en parte porque él también quiere, y en parte porque su esclavo ha desaparecido. La risa, tío, la risa.

GambaWan, al sentir la mirada inquisitoria de Merluzatto en sus cannes morenas, echó patas (la docena que tiene) en polvorosa, y salió por pies (los doce que tiene) de la tienda, mientras que Qui Gambón se hacía el duro, apartando a Gambidala de “su pata”, rigiéndose por la estricta castidad que todo Gambdi debe seguir.

Los tres, maletín incluido, salieron corriendo del local, mientras Merluzatto llamaba al 091, y una banda de sanguijuelas acuáticas asesinas roía los cables del teléfono en otro estanque muy lejano (¿?).

Las medusas policías de Medusooine interceptaron a los ladrones de esclavos en el acto, echándoseles a la cabeza, impidiéndoles ver, y de paso llevándose una mamadita rápida, de gratis. Al cabo de unos pocos minutos, los Gambdis salieron asqueados del saco gelatinoso medusoide, pero Gambidala agarraba como una posesa a su medusa, queriendo más y más. El policía movía sus ojos de un lado a otro, babeaba (sí, por toda su superficie), mientras la docena de patas de Gambidala se frotaban unas con otras, dándose placer mutuo (El tema de la autonomía patíl de las gambas lo abordaremos en otra parodia). Entre todos lograron separar a Gambidala de la medusa, la cual, tras perder tanto fluido, había quedado kaput. Al registrar el maletín de GambaWan (quien aseguraba que contenía bollos para el recreo, y dos cuadernos de “Conocimiento del Mierdo”), LangostiWalker salió disparado por la presión acumulada dentro del maletín, impactando sucesivamente con un autobús-manta, un poste coralino, una hoguera (¿?) y las dignidades de una medusa de la nobleza local. Ésta le dijo a los policías que ella se encargaría de todo, que no tenían de qué preocuparse.

La medusa, que resultó llamarse Shmi LangostiWalker (lo cierto era que el interracial era muy habitual en la piscifactoría), era una jubilada que no había tocado un plato en su vida, ni para admirar los bordados de oro del mismo. Vivía en un lujoso dúplex de la zona Norte de MedusEisley, la parte más rica en plankton vegetal de la ciudad. El hecho de que la economía medusil no pasara por su mejor momento no impedía a Shmi tener la choza más maja de toda la región. Aunque cierto es que la mayoría de las medusas de MedusEisley vivía en VPOs bastante simpáticas, éstas no eran nada comparadas con el lujo de un chalete unifamiliar.

El caso, Shmi llevó a esos “degenerados, insensatos, imprudentes y cabeza-gamboides” a su casa. Nada más llegar, agarró al renacuajo (literal) de LangostiWalker (vete tú a saber que rollo tuvo su madre, para tener un langostino renacuajo) por la cola (… la de la espalda, se entiende), lo alzó, y lo miró inquisitoriamente a los ojos, así similar a como lo haría TorqueDorada (a la espalda).

-Tú me suenas de algo. –Afirmó Shmi.

-Me caí de tu tripa hace poco más de un mes. –Replicó con agudeza Anakin.

-¿Y cómo es que no me enteré? –Preguntó sorprendida Shmi.

-Sí, eso, ¿cómo es que no se enteró? –Preguntó Gambidala, apartando sus labios de los de Qui Gambón, para dejarle respirar al pobre, que se estaba poniendo colorao (más).

-¿Dónde está el baño? –Llegó a preguntar un tercero, haciendo que la escenita fuera aún peor que la de Instinto Básico, o, en su defecto, que cualquiera de un episodio de Colombo. Era, evidentemente, GambaWan.

Shmi señaló en una dirección del mismo modo que te indican las señoritas uniformadas de El Corte Inglés dónde está “lo-que-sea-que-busques”, esto es, con un desprecio y una inhumanidad propias de un langostino (en el caso de las señoritas uniformadas), o bien de alguien que sencillamente quiere terminar su agobiante jornada laboral de esclavitud por parte del sistema capitalista (en el caso de Shmi).

GambaWan acudió raudo, presto y veloz al baño, y mientras Shmi, Gambidala, Anakin y Qui Gambón (el cual se quejó por aparecer el último en ésta enumeración, a lo que le respondí “vete a la mierda”, tras explicarle que era para que quedara como un caballero que deja pasar a las damas primero) continuaban debatiendo, se podían oír sonidos guturales producidos por la… ¿garganta? de una gamba de tamaño medio, que se ocultaba en el baño de la casa. Qui Gambón, haciendo gala de sus habilidades Gambdis, encendió sus bigotes láser y patrulló la casa, con el trío de mujeres detrás… ¡perdón! con la pareja de mujeres y el renacuajo, a quien ya le había echado el ojo (y otras cosas) Gambidala, detrás.

GambaWan salió del baño con cara de satisfacción, relajación y de haber cagado como una gamba, cuando se encontró con los bigotes láser de Qui Gambón rozándole su sistema reproductor. Dio un respingo hacia atrás, haciendo un cuádruple mortal, con salto de la grulla y vomitera incluida, lo cual sorprendió sobremanera a Gambidala, que dejó un leve charco justo en su posición. Tras el reencuentro, decidieron qué debían hacer. Gambidala dejó a Anakin para cuando estuviera más cañón, y mayorcito, por aquello de que sus compañeras de correrías (tómese con cualquiera de sus posibles significados) no se rieran de ella por fol… intimar con un niño, y porque nadie le denunciara. Aunque, qué demonios, era la reina de Gambaboo, podría hacer lo que le saliera del bigote púbico.

-Sugiero que acudamos raudos, prestos y veloces a TiburosCant –Sugirió GambaWan, que se había ganado el favor de Gambidala, la cual le miraba diciéndole “vas a conocer la sala secreta de mi nave-Ostra-real, y te vas a cagar, lorito… digo, gambita”.

-¿Para qué? –Preguntó Qui Gambón, visiblemente irritado por no recibir las miradas, los mimos ni las mamad… de Gambidala.

-Bueno, expondré mis puntos –Dijo GambaWan, tras lo cual Shmi cogió un colchón y se dispuso a “escuchar”- Considero que este renacuajo…

-Tengo nombre. –Se apresuró a corregir Anakin.

-Considero que éste “tengo-nombre” tiene un gran potencial como domador de pulgas electrostáticas.

-Se llaman midiplanktianos. –Corrigió hinchando el pecho Qui Gambón.

-Lo que sea –Dijo GambaWan, queriendo decir claramente “me la pela, ahora quien tiene a la chica soy yo”- Podemos llevarlo ante el Consejo Gambdi.

-¿Y si no quiero? –Se quejó Anakin.

-¡Eso! ¿Y si no quiero? –Secundó Qui Gambón.

-ZzzzZzzz –Terció Shmi.

-Pensadlo bien, maestro –Cuarteó GambaWan.

-¡Ven aquí que te coma todo! –Quinteó Gambidala, quien se abalanzó sobre GambaWan, impidiéndole hablar, ya que la muy caníbal, efectivamente, le estaba comiendo todo, lo que se dice todo.

-¡Esperad! Aún no es el momento. Hasta la segunda película nada, tienes que ponerle los cuernos a Anakin conmigo para poder parir a Luke GambaWalker y Leia LangostiOrgana. –Espetó GambaWan.

-Oh… vale. Te estaré esperando, tigre. –Se aplacó Gambidala

-Bien, de acuerdo, llevaremos al tipejo este…-Prosiguió GambaWan.

-Tengo nombre –Se apresuró a corregir Anakin.

-A “tengo-nombre” al Consejo. –Se corrigió Qui Gambón.

-¿Dije acaso que lo lleváramos al Consejo? –Se indignó GambaWan.

-Lo dijiste antes, pazguato. ¡A ver! Aquí el maestro soy yo. Y te estoy dando esperanzas de fol… intimar con su majestad la reina de Gambaboo.

Gambidala hizo una clara muestra de asco, pero sin disimular ni nada, hala, ante lo cual Qui Gambón se giró y trazó un plano en la pared con un bigote láser.

-Después deberemos ir a la Lonja, para informar a los emisarios de que Gambaboo ha sido atacada.

-ZzzzZzzz –Apoyó Shmi, quien fue brutalmente zarandeada por Anakin, incrustándose y deshaciendo el maravilloso plano que Qui Gambón tanto se había currado.

-¿Vamos a empezar la reunión, o no? –Sentenció GambaWan, para que el autor pudiera empezar otro capítulo.

Seguridad VS Libertad

En esta nueva entrada del Blog me gustaría mostrar otras de mis pequeñas ideas locas, la gran decisión entre nuestra seguridad como personas en un mundo tan comprimido a una cierta libertad.

Es uno de los temas en los cuales poca gente se ha parado a pensar y tiene mucha importancia en el hacer de cada día. Pongámonos en el contexto actual, al menos en el que creo que nos encontramos con ciertas ideas posibles. Vamos a centrarnos en áreas muy concretas pues este tema da para crear tesis, reportajes y lo que cualquier mente con un par de dedos de frente se le ocurra.

Por un lado tenemos a la Privacidad:Ámbito de la vida privada que se tiene derecho a proteger de cualquier intromisión... ¡Tremenda definición por los señores de la RAE! Telita tela...por favor, leedla de nuevo, es una frase con mucha fuerza y es enormemente ambigua. ¿Qué entiende cada persona por vida privada? Bueno famosos a parte... Supongo que la vida privada puede entenderse básicamente como las ideas de cada uno, las conductas del individuo en su intimidad, su lugar actual, y sus comunicaciones con las demás personas.

Bien, es eso privado actualmente? NO! para nada! las conductas son estudiadas cada vez con más facilidad, el último grito se lo llevan la nueva generación de chips RFID (más pequeños que el grosor de un cabello humano), en sí son simples y parecen carecer de utilidad, un chip que leído a distancia permite dar su número de serie (único para cada uno). Que tiene que ver esto con la privacidad, como amante de los ejemplos aquí tenemos un caso que seguro será real en no mucho tiempo...

Ejemplo:
Situación: Supermercado con cada uno de los productos con un chip RFID, lectores situados cada metro.
Suceso: El Sujeto A se dirige a la zona Sa a comprar un producto, más tarde pasa por la zona Sb y solo mira ciertos productos, y finalmente pasa por la zona Sc para comprar otro producto.
Resultado: El sistema del supermercado conocerá en tiempo real la posición de los productos, la conducta de un cierto grupo de individuos ante la colocación de los productos, por lo tanto podrá usarlo para mejorar sus ventas y conocer perfectamente lo que has comprado.

Si no te importa que conozcan tus hábitos de comida puedes extrapolarlo a otras cosas, y más que ya se habla del polvo de RFID para seguir rastros de donde ha estado algo... inimaginables utilidades.

Pasemos a la ubicación del sujeto, está es bastante fácil. ¿Quién no usa móvil para no ser localizado? Teóricamente gracias a unas sencillas operaciones entre los datos recibidos por varios receptores móviles, se puede ubicar al sujeto con un error muy pequeño, eso sin tener en cuenta los que ya llevan chips GPS los cuales dan la posición más exacta (y mucho más exacta a las administraciones militares ya que reciben más datos que los civiles). Localizados fácilmente con un dispositivo que cabe en nuestro bolsillo y que en el primer mundo lo usa el... ¿Cuántos conocen a gente sin móvil?

Pasemos a las comunicaciones...Poco a poco porque nos podemos echar unas risas de lo que una persona desde su casa puede hacer:

Telefono fijo: Cortamos el cable, puenteamos con un teléfono de toda la vida,anulamos el microfono y tenemos un espía perfecto para el vecino por ejemplo. No diré más.

Inalámbricos fijos: Los últimos modelos cifran más o menos la información de manera más o menos eficiente...Todo por el aire y a merced de cualquier prhacker(geeks de la tecnología de comunicación por voz) con un rato... Y lo siento pero todos los datos que van por el aire, a mi juicio, son libres de ser tratados como a uno le de la real gana, pues no son más que alteraciones (modulaciones) de campos. Pero para más INRI los antiguos, enciendes él inalámbrico, consigues línea y desconectas la base, ya tienes en tus manos un receptor de señales del mismo estilo, muévete un poco y podrás empezar a escuchar las conversaciones de tu vecina cotilla con su amiga del pueblo, sin palabras...

Pasemos a cosas más divertidas.

Telefonía analógica: Dar gracias a que desapareció, fácil fácil de escuchar, tratar, manipular, y suplantar.

Telefonía digital: Muchos teléfonos disponen de ciertas funciones secretas que aumentan las características del producto. Puertas traseras que por algún oscuro motivo el diseñador deja en los móviles. No estoy muy puesto en el tema de lo que uno puede hacer desde casa.

Y ahora las comunicaciones por RED...

Red Local: Una red mal configurada permite conocer lo que se emite desde cada ordenador, ver hacia donde se dirige y como no, suplantar los datos de una manera relativamente sencilla.

Red Wi-Fi: La diversión está servida, una red abierta con los datos bancarios del vecino, el curriculum Vitae, sus claves de acceso a diversas webs de Internet... Acceso gratuito a Internet, con la posibilidad de realizar acciones de dudosa legalidad desde otra IP distinta a la nuestra, eso sin tener en cuenta a la gente que desde un portátil y un coche hace Wardriving y entra en empresas consiguiendo...imaginación.

Internet: Ordenadores desprotegidos,routers con contraseñas de fábrica (1234,admin,...), errores aún por descubrir, virus dispuestos a robar los datos tecleados y enviarlos en tiempo casi real a servidores de vete tu a saber quién para tratar nuestros datos con fines nunca buenos.


Bueno y llegado a este punto, si una persona puede hacer esto, que pueden hacer las empresas que se dedican a transmitir estos datos: ¿Transmitirlos sin más? o quizás dejar "copias de seguridad", tratar los datos, investigar... o cosas que quizás nunca queramos saber. De hecho algunos tipos de datos están por ley a ser guardados ya no recuerdo si 6 meses o un año.

En resumen: Si alguien quiere conocer nuestras comunicaciones, lo va a conseguir, más fácil de lo que pensamos.

Por si queda alguno que no haya visto el mensaje que quiero transmitir, la privacidad actualmente no existe, y lo podemos llevar a cualquier extremos, quién nos dice que no se puede poner un teléfono móvil en escucha y mandar los datos a la policía automáticamente (quien dice policía, dice empresa de tratamiento de datos,...), o el sistema operativo que manda datos de nuestro ordenador como los programas instalados (ojala solo mandara esos datos), o por ejemplo que las rutas de cada móvil son estudiadas diariamente por máquinas y cuando una se sale de la rutina, es supervisada por personal facultativo para comprobar que no se trata de algo malo.

Y es aquí donde nos comenzamos a plantear el hecho de qué es lo más importante, la privacidad de la persona o la seguridad del conjunto. Son dos variables inversamente proporcionales. Voy a usar el ejemplo de los terroristas porque es el que los gobiernos usan para meternos por banda todas las "medidas de seguridad"

Si yo tuviese privacidad para comunicarle a un amigo la fecha a la que hemos quedado para irnos a Suecia, un terrorista se comunicará igual de fácil con su colega para preparar alguna masacre.

Si yo no tengo privacidad el mensaje podrá ser leído por mucha gente, contenga lo que contenga, como si son fotos de mis momentos más íntimos como sí es la foto del próximo sujeto a secuestrar.

Muy bien pues hagamos algo para que la gente no lea nuestro mensaje, encriptémoslo mediante un sistema de clave pública, clave privada por el cual quien me quiera mandar datos pueda mandarlos cifrados sin que nadie pueda leerlos. Obviamente un terrorista va a usar un método 20 veces más seguro que el que uses.

Personas se preguntan si los métodos de cifrado actuales nos sirven para salvaguardar la privacidad de nosotros y de los terroristas, a corto plazo quizás, pero esta claro que a medio largo plazo no. Cualquier cosa digna de ser crackeable, lo será, de una manera u otra. no existe nada seguro, indescifrable.

Podemos ser resistentes a intentos de violación de algo que cita los ideales y deseos del autor o directamente desistir...

¿Pero como ciframos los datos si los métodos de cifrado están "atrapados por el sistema"? La mejor forma de cifrar ahora no es un algoritmo, es la sutileza. Quien sabe, puede que este texto no tenga ninguna utilidad pero haya mensajes escritos para alguien que sea capaz de captarlos. En el párrafo anterior he escondido adrede una palabra, de una forma muy sencilla, que puede ser complicada y mandar información mucho más sensible. La respuesta ha este enigma estará en los comentarios.

Existen multitud de técnicas que podré relatar en otros escritos, pero que desvían el tema. Volviendo a la lucha entre ellos dos, creo que cabe decir que si bien busco un mundo con un acceso a más información, comprendo varios problemas:

La gente no sabe aceptar tanta información.
Mucha gente perdería privilegios solo por el hecho de hacer esa información pública.

También es cierto que la vida personal de cada uno debería ser respetada al 100% y cada persona contar lo que quiera.

Pero ante el sistema en el que nos encontramos actualmente, la privacidad juega un papel secundario respecto a la seguridad, cuando en realidad en Internet tenemos datos suficientes para fabricar por ejemplo un artefacto lo suficientemente pequeño para no ser visible como amenaza pero si causar un daño peligroso.

La solución a la que hemos llegado es la de creer que nuestra privacidad no importa si es por esa seguridad que tenemos creer, y que nunca tendremos al menos, eliminando la privacidad, no es una respuesta alternativa. ¿Tenemos aún la posibilidad de cambiarlo? ¿Acaso queremos cambiarlo?

Reflexionar sobre ello, si es que aún valoráis algo vuestra privacidad...

Monday, February 12, 2007

04 - La ira de Tarish

En este momento no se que es lo que ha ocurrido, creía que dominaba la situación, más bien, creía que él sabría contenerse, pues lo acaecido hoy aquí es algo que evidentemente ocurriría y él no ha podido contenerse de ninguna manera.
Ya le había conocido, había sabido como era, como funcionaba su mente, o eso es lo que creía.
Esto me dice que debo dejar de confiar en mis prejuicios , los cuales casi nunca fallan, pero como humano que soy también erro, también me equivoco, a pesar de que ya le había convencido y parecía estar conseguido.
El chico tiene un gran don, un don que supera por completo la evolución genética que se preveía, o que al menos Amaesh pretendía lograr.
El gas Soecar que Amaesh esparció por todo el mundo, a lo largo de los 3 continentes, pretendía que a largo plazo, unos 50 años, empezara a crear mutaciones genéticas que crearan hombres de intelecto superior, una minoría sí, pero que se crearan.
Amaesh tenía un intelecto muy superior al que tenían las gentes de su época y, la verdad, supo utilizarlo, en 15 años desde la fecha de su nacimiento en algún lugar del continente oriental. Empezó a maquinar desde temprana edad, y cuando llegó a los 15 años, penetró en el parlamento director del gobierno mundial con multitud de seguidores y objetos de alta tecnología, ante los que ni siquiera el ejército mundial podía hacer frente.
Una de estos objetos era este gas que esparció por todo el mundo.
Sus seguidores se convirtieron en una fuerza de élite llamada agencia de la autoridad y sus miembros eran los agentes de la autoridad, que por supuesto era él, Amaesh.
20 años después de su subida al poder, en torno al año 2026, se empezaron a ver casos de niños llevados a los examinadores (gentes encargados de los exámenes mentales) porque parecían inusitadamente lúcidos y listos para su edad.
Misteriosamente esos niños morían durante los exámenes y curiosamente cuantos mas morían mejores y mayores comodidades había entre las gentes de a pie, claramente proporcionados por nuestro gran salvador Amaesh.
Ejemplos de esto son los distribuidores o tubos de alimentos, los códigos grabados en nuestros hombros derechos como si fueran tatuajes para nuestra identificación, y control; el controlador atmosférico, el dispensador de materiales (armario del que se pueden sacar multitud de objetos por replicación de estos), etc...
A los 30 años de que el gas Soecar fuera liberado hubo un acontecimiento inusitado, uno de estos niños que “había muerto” fue avistado por su familia rondando su antigua casa, asunto que la autoridad quiso esconder a la población.
El germen de la duda ya estaba en el aire.
Este niño se llamaba Raesh y lo que ocurrió fue que se dedicó a localizar a niños como él para legar a formar una resistencia, pues se había escapado de unas instalaciones subterráneas donde estaban todos los niños muertos en los exámenes y que eran los que habían desarrollado estos inventos que habían revolucionado el sistema de vida.
Yo fui uno de los primeros reclutados por Raesh, cuando tenia 9años y recuerdo perfectamente lo que me dijo:

“Kirin, ayúdame a terminar con aquel que está esclavizando a nuestra raza”.

Así supe todo acerca de la corriente eléctrica, el porque de esas visiones que tenía y que me provocaban jaquecas insoportables.
Es curioso que lo que Amaesh creó para su propio beneficio, se fuera en su contra 50 años después de haberlo creado.
Es curioso que al intentar crear una mutación genética para el intelecto, la propia evolución humana evolucionara a partir de la misma mutación que él creó.
Esto estaría bien si se pudiera controlar, pero el joven Tarish, el 1º y único de su especie, no pudo hacerlo, como me demostró en esta azotea.
El poder que se despertó en él debido a esta mutación fue causado por un sentimiento, la ira, que le invadió e hizo que su cuerpo empezara a arder pomo un pira, pero su cuerpo en si no es que ardiera, sino que una fuerza de su interior hacía arder todo en un radio de 2 metros a su alrededor.
Cuando su cuerpo ardió en llamas y un aura flamígera de color azulado aparecía a su alrededor, su cara se contorsionó lanzando un grito al tiempo que saltaba hacia una columna de humo negro que apareció unas manzanas más allá del edificio sobre el que estábamos conversando momentos antes de que un estallido hiciera retumbar la tierra.
Sin duda era una bomba de materia negra, descubrimiento reciente en los laboratorios de Amaesh, de la que sabíamos gracias a espías de la organización dentro del laboratorio.
Al ver perderse a Tarish a lo lejos, fui rápidamente hacia donde estaba el emplazamiento de la detonación, edificio en el cual, según Tarish me dijo, era donde malvivía con su pobre madre.
Según me acercaba al lugar mencionado, desde mi perspectiva aérea, podía observar los lugares donde el iracundo Tarish se había apoyado para impulsarse, ya que en las fachadas de los edificios había agujeros similares a cráteres producidos por una fuerza desmesurada.
Cuando llegue a las puertas del edificio pude ver los efectos de la bomba de materia negra, unas cargas de C-4 habían reventado la parte de la fachada en la que estaban los conductos de ventilación que conectaban con cada piso y luego la bomba de materia negra había introducido materia negra en estado gaseoso que provocaría un estado de coma profundo en todo aquel que la respirara. De ahí que la columna de humo de color negro en el aire momentos antes.
Al llegar me pose frente a la entrada y pude ver un lamentable paisaje a mi alrededor.
La patrulla de agentes que se quedo en la entrada del edificio estaban muertos, despedazados y tirados a lo largo de la calle. Ante este lamentable espectáculo, pasé observando con cierta aprensión los restos de los agentes e intentando imaginar la llegada de Tarish, su victoria inmediata y aplastante sin tiempo de reacción por parte de los agentes, porque, sí, no había duda yo conocía al autor de esta atrocidad, y algo me decía que esto solo era una pequeña parte de lo que me podía encontrar en el interior del edificio.
Según iba subiendo las escaleras del edificio me encontraba con la misma situación que en la entrada, solo que al haber sido una lucha en interior se veían boquetes en las paredes, algunos rodeados de sangre, con lo que no me quería ni imaginar lo mas probable que hubiera ocurrido, es decir, que al darles un puñetazo (si es que se le podía llamar a si a eso) les había atravesado de parte a parte y había hecho el boquete en la pared.
Me parece que en este momento es cuando comprendí lo que significaba aquello que Raesh una vez me dijo y que tan aplicable al momento era, “"la ira es una espada de doble filo, te puede dar mucho poder, pero luego todo el poder prestado se puede volver en tu contra de una manera u otra”. Luego el chico de haber obtenido tal fuerza iba a saber lo que era bueno, pues tenía tal fuerza que se haría daño a si mismo al no controlar su propio cuerpo.
En realidad, aparte de en las atrocidades que podía contemplar, solo pensaba en como tranquilizar a Tarish, al cual se le oía dar golpes pocos pisos por encima que retumbaban por todo el edificio, que no podía hacer mas que temblar ante su desbocado poder.
Al llegar un piso por debajo del piso de la vivienda de Tarish pude vislumbrar la escalera que llevaba al pasillo de su puerta. Al avanzar por la escalera que llevaba a su rellano no pude evitar el fijarme que debía ser ese piso sencillamente porque la sangre que estaba, aun mas marcada, sobre las paredes escalones, etc...
Cuando llegue al rellano me quede mirando la carnicería provocada por Tarish, el cual había destrozado a unos 10 hombres y no se que me impacto más, si ver la cantidad desorbitada de miembros amputados, o que un torso apoyado contra la pared que parecía mirar en mi dirección pareció parpadear.
Cuando me puse frente a la puerta aparté un brazo ensangrentado hacia un lado con cara de repugnancia y entré en el piso cerrando la puerta tras de mi. Era un piso de tipo convencional y en este momento parecía como si todo lo que había en el pasillo principal hubiera sido pasado bajo las llamas de un lanzallamas.
De repente oí una voz, mas que eso un sollozo, miré con cuidado por el borde de la puerta y para no hacer ruido levité en el aire para no hacer ruido al pisar algo.
En la habitación al otro lado de la puerta pude observar una escena escalofriante, algo que me puso los pelos de punta.
Tarish estaba llorando sobre el cuerpo en coma de su madre, la cual al respirar el aire contaminado con materia oscura calló desmayada y se había golpeado en la cabeza con la esquina de una mesa, y al abrírsela estaba empapando con su sangre el regazo de Tarish el cual lloraba desconsoladamente sobre ella.
Al ver la situación no pude evitar pensar que Tarish en el fondo era un chico , pero de repente vi que se levantaba y venia hacia la puerta. Sin casi tener tiempo me pegué a la pared del techo para poder ver sin que me viera, y Tarish ardiendo como una pira paso por debajo de sin fijarse que estaba en el techo, y a la vez que sentí como sus llamas me lamían el cuerpo y todo aquello a su alrededor.
Tras esto fue a otra habitación cogió unas plantas, las machacó, y luego con un trapo volvió con su madre a la que le aplicó el cataplasma que había hecho y presionó con el sobre la brutal herida de su cabeza.
Al fijarme mejor vi que empezaba a salir un humo negro del lugar de la herida y poco después Tarish quito el trapo dejando al descubierto una calva en la cabeza de su madre, pero una calva sin herida, ensangrentada sí, pero sin herida.
En ese momento, tanto yo como él, pegamos un brinco al oír un pitido repetido. Yo me eleve en el aire, Tarish, creó un muro de fuego alrededor de él y su madre.
Súbitamente empecé a oír un risa que reconocí como la de Tarish, así que miré por el resquicio de la puerta y le vi sosteniendo un móvil.
Tarish presionó la tecla para iniciar la comunicación.
Había tal silencio que conseguí escuchar como Tarish hablaba por el teléfono y lo que comentaba el que le había llamado.
-¡¡¡¡ Tarish tronco!!!! ¿dónde coño estas? Te llevamos esperando mas de media hora – dijo la voz a la vez que Tarish miraba el reloj de la pared que debía estar sobre la puerta por la que miraba y escuchaba yo – ¿vas a venir o no?
Desde mi punto de vista pude observar como Tarish sonriendo y llorando contestaba mientras las llamas ondeaban y le lamían el cuerpo.
-Moer, si te lo contara no me creerías – dijo con un deje de voz
-Tío, ¡¡¡no me pongas otra estúpida excusa!!! – contestó con ira aquella voz.
-Mira Moer lo mejor que podéis hacer ahora es olvidaros de que me conocéis – comentó Tarish con un hilo de voz mientras que su amigo le intentaba interrumpir diciendo algo de que si se había enfadado – yo ya no existo – susurró sonriendo – ya os enterareis que ha pasado conmigo.
En ese momento alejó el móvil de su oreja y con un grito e ira apretó la mano y al abrirla los trozos del aparato, ardiendo, cayeron al suelo.
En ese momento se dirigió a la puerta diciendo:
-Porque ya no existo para el resto de la gente ¿verdad Kirin? – comentó mirándome a los ojos por el resquicio de la puerta.
-Cierto – dije compadeciéndome – ¿cómo supiste que estaba aquí? – pregunté sorprendido
-Je – rió Tarish – ¿por qué sigues haciendo preguntas que ya conoces? – preguntó – cuando pasé por tu lado en el pasillo y estabas en el techo te tocaron mis llamas ¿verdad? pues supe que eras tu en ese momento.
-Cierto otra vez – asentí – recoge lo que necesites, si quieres nos llevamos a tu madre.
-¿Hay medios en la organización? – preguntó Tarish con una lágrima cayendo por su mejilla.
- Sí, vamos, llegaran mas agentes – dije para zanjar el tema.
Tarish, sin dejar de mirarme, cerró los ojos y de repente cuando los abrió las llamas desaparecieron y su cuerpo empezó a doblarse y sacudirse, hasta que Tarish tomó el control y consiguió, sin dejar de escupir sangre, levantarse y andar hacia la habitación donde cogió las plantas.
La repercusión era clara, su cuerpo estaba agotado, dañado, herido, y la frase de Raesh me volvió a la mente.
Le seguí y entré en la habitación que antes no había podido observar desde mi escondite.
Me quede estupefacto, puesto que había muchos planos por todos lados, prototipos de trajes, probetas, una especie de forja las plantas que ya había observado antes y multitud de objetos que no había visto en mi vida.
Al entrar cogí un objeto que había sobre una mesa, era una especie de estuche, que al abrirlo contenía un cilindro alargado con un arnés que lo acopla al brazo y una tira de sujeción extra en la palma de la mano.
Era un objeto singular y al sacarlo del estuche y agarrarlo por el arnés que estaría sujetando el cilindro a la palma de la mano se empezó a calentar y , de repente, Tarish me pegó un manotazo al darse cuenta que había hecho, y el cilindro, por la parte que segundo antes había apuntado a mi cara, lanzo un rayo de energía, supuse en el momento, que destrozo la puerta por la que habíamos entrado.
-No toques nada – me espetó mientras guardaba el cilindro en su estuche – ayúdame a guardar los planos.
Tras este pequeño susto empecé a coger los numerosos planos, mientras él se colocaba en la palma de la mano derecha un aparato circular y lo sujetaba con un arnés a la mano. Después de esto cogió los planos y los guardó en maletas y los trajes y las plantas las metió a bulto en bolsas de viaje.
-Veámonos – dijo y cogió un granada fabricada por si mismo, pues no se pueden obtener si no eres agente, y puso el contador en 5 minutos – no puedo llevarme las probetas y lo demás así que lo destruiré, jeje y así si entra algún otro agente se llevará una sorpresa – comentó con una sonrisa cínica en la cara.
Una vez acabó fue al salón cargó a su madre sobre los hombros y fue hacia la puerta de salida mientras yo cogía los planos en la maleta y la bolsa con las plantas y los trajes.
Yo le iba siguiendo hacia la puerta que yo había cerrado cuando ésta saltó por los aires.
Al ver lo ocurrido Tarish levantó la mano derecha y activó el aparato que había visto como se colocaba en la palma.
-¡¡¡¡¡Aguanta la respiración!!!! – gritó Tarish.
Sentí un escalofrío y vi como mis ropas ondeaban hacia el aparato que Tarish tenia en su mano.
No se como explicarlo, todo el aire de la sala fue a para a su palma y a través del aparato que lo absorbió, vi como salía despedido hacia los atacantes formando un muro de aire sólido (por decirlo de alguna manera) y transparente.
El aire de la sala se recuperó , pues entró por la ventana más al dejar de haber en la habitación, pude observar con claridad como todo aquel que intentaba pasar por el muro de aire salía despedido hacia cualquier lado.-¡¡¡¡Kirin!!!! Tenemos que irnos – me espetó.
-¿Qué es ese aparato? – le pregunté.
-No hay tiempo ya te lo explicaré – dijo con cara de angustia - ¡¡¡¡¡la granada!!!!! – gritó.
-Pero la puerta.... – no terminé la frase, ya que tuve el placer de observar otra vez esa transformación tan abrumadora y como una vez terminada 2 o 3 segundos más tarde de un puñetazo Tarish reventaba la ventana del salón junto con casi toda la fachada que ocupaba su piso.
Me volvió a pasar, le vi saltar dejando una especie de cráter en el suelo y como el muro de aire cayó en ese instante y los agentes saltaban hacia mi con sus katanas en alto me volví a ver solo en una situación un tanto problemática.
Ante esto puse los ojos en blanco y con la maleta de los planos y las bolsas salí volando por la abertura en la pared del edificio.
Otra vez fui siguiendo los cráteres en los edificios y mientras reventaba el edificio que habíamos dejado atrás le vi esperándome con su flamígera melena ondeando sobre una farola le la calle que se había doblado un poco al recibir el peso y la fuerza de caída al aterrizar Tarish sobre ella.
-¿Dónde vamos? – preguntó Tarish mientras colocaba bien a su madre sobre los hombros – llévame a la organización.
-Sigue al norte y cuando salgas de la ciudad ve al este hasta que llegues al curso del rió Maine. Espérame ahí.
-Te esperaré allí Kirin – dijo sonriendo – ten cuidado.
-Sí – contesté sin poder evitar que surgiera una sonrisa en mi cara – allí nos veremos.
–¡Tarish! – exclamé justo un momento antes de que Tarish saliera disparado haciendo que se parara y me mirara – ¿Puedes llevar las maletas y los planos contigo?
–Sí, ¿Por qué? – preguntó Tarish con cierta curiosidad
–Digamos que tengo aun algunos asuntos por resolver – contesté mientras le pasaba las maletas.
–Bien. Te esperaré en la orilla del Maine Kirin, no me falles. – dijo con una sonrisa en su cara.
Tras ese alarde de confianza y cierta intención de amenaza, le vi saliendo disparado hacia el norte y pensé que Raesh me mataría por el espectáculo que había montado el chico al que he decidido por mi cuenta llevar a la organización.
El castigo sería ejemplar pero merecerá la pena por el miembro que acababa de conseguir para la organización.

Friday, February 09, 2007

Episodio I: La amenaza bogavántica.

Gamba Wars.

Episodio I: La amenaza bogavántica.


Capítulo 1: Ataque a Gambaboo.

Hace mucho, mucho tiempo, en una piscifactoría muy, muy lejana…

Los dos Gambdis Obi GambaWan Kenobi, y su maestro Qui Gambón Jinn se dirigían en su transporte, zampándose unos bocatas de calamares, hacia el estanque de Gambaboo, en estos momentos rodeado por la flota bogavántica. Los salvajes separatistas llevaban días amenazando con lanzar pinzas kamikaze contra el planeta, y por ello los Gambdis iban a entrevistarse con su líder, para ver cuáles eran sus demandas. Una vez llegaron a las tripas de la nave principal de la flota, Obi y Qui fueron guiados a una sala herméticamente cerrada (las denominadas salas Tupper). Al rato, un bogavante automatizado entró por la puerta, observó inclinando la cabeza a los Gambdis, y les mandó a tomar por culo de parte de los invasores, al mismo tiempo que un gas mortal a base de plancton obtenido del ano de un cachalote (es increíble cómo los bogavantes lograron meter, literalmente, un pedo en un bote) inundaba la sala. Tras la infructuosa entrevista, el ejército bogavante destruyó el vieiratransporte de los Gambdis, por lo que éstos atravesaron la nave bogavántica, hasta llegar a sus hangares e infiltrarse en uno de los Caracoleadores, transportes del ejército bogavante. Por el camino, cientos, miles, miles de millones de bogavantes les bloquearon el paso, lo cual, lejos de desanimarles, les impulsó a buscar nuevos atajos a lo largo y ancho de la nave. Este peculiar escondite duró un par de años, durante los cuales la flota retrasó la invasión, hasta que GambaWan y Qui Gambón consiguieran llegar a uno de los susodichos transportes, para conseguir llegar al planeta y avisar a su gobernante, la reina Gambidala, de la invasión.

-¡Hay un guión, y lo cumpliremos! – Reiteraba sin cesar el persistente general bogavante.

Es, por otra parte, sumamente “inteligente”, infiltrarse en un transporte invasor para avisar de una invasión al planeta al que dicho transporte transporta tropas invasoras. Tales situaciones se han dado más de una vez en la piscifactoría. Como aquella vez en la que un muñeco de plástico malo (PlaiMovyl, creo que se llamaba) viajó dentro de una ballena cantarina de los mares del sur para avisar de que una piara de ballenas cantarinas de los mares del sur se acercaba a la zona a la que iba (los mares del norte). En cualquier caso, este ejemplo no es en absoluto relevante para nuestra historia.

Una vez el Caracoleador llegó a tierra firme, aterrizó en el arrecife de coral amebano. Los amebanos eran unos simpáticos habitantes, cuya piel era de un color que se asemejaba sorprendentemente al de la mierda. Esto era debido (pendiente de comprobación científica seria) a que eran amebas, y el 90% de su cuerpo era su ano. De ahí su denominación vulgar, amebanos. Se suele insultar a gente llamándole lamebanos, lo cual expresa el profundo odio que siente la piscifactoría hacia esta raza, cuanto menos, peculiar. En concreto, uno de ellos, Jar Jar Amebinks, estaba en ese momento anonadado observando el grácil vuelo de una mariplanktesilla cojonera que revoloteaba alrededor de una flor color blanco satén. En cuanto se cansó de revolotear y de hacer el gilipollas, se posó delicadamente sobre uno de los pétalos de la citada flor, y en ese momento Amebinks salió de su ensimismamiento, abrió la boca, y su pegajosa lengua salió disparada a una increíble velocidad de 0.0134 libros leídos / hora. Mientras la lengua volaba presta, rauda y veloz hacia la mariposa, ésta tuvo tiempo suficiente para leerse un par de revistas, una de ellas porno. Lo consiguió siete veces. Hay que tener en cuenta que las mariplanktesillas carecen de manos para “estimularse”. No sólo eso, también los bogavantes tuvieron tiempo de sobra para completar la invasión (cuatro veces y tres dieciseisavos, en concreto), los Gambdis visitaron todos los puticlubs de Gambaboo (sólo tres veces, porque es que son muchos). Cuando la lengua estaba a tan sólo 1 milímetro de la mariplanktesilla (es decir, a un par de horas de agarrarla), Qui Gambón empujó a Jar Jar Amebinks para evitar que un misil nuclear le aplastara la cabeza. El dicho misil se incrustó encima de la flor, y Amebinks lloró desconsoladamente por la muerte de su comida. Obi GambaWan estaba subido en el misil, y llevaba intentando desactivarlo desde su lanzamiento, que fue en la tercera invasión consecutiva de los bogavantes. Seguía arrancando pedazos de chapa y cables, sin resultado alguno. Qui Gambón le miraba desde el suelo, y Amebinks miraba fijamente un tornillo de misil (en realidad, su mirada estaba perdida en la infinidad de la piscifactoría, y lo cierto era que su lengua colgando desde un lado de su boca le daba un aire de lo más cómico).

-GambaWan, no va a explotar.

GambaWan ignoró a su maestro y siguió arrancando cables como un poseso.

-Esto es algo personal, maestro…

-Relájate, y escucha al Circo... Él te mostrará el camino…

GambaWan agachó la cabeza, se resignó y bajó del misil. Se quedó mirando a Amebinks.

-¿Y éste?

-Necesitamos la colaboración de los amebanos para llegar hasta la civilización. – Qui Gambón se giró hacia Amebinks - ¿Cómo podemos llegar hasta vuestro inmundo agujero, donde os margináis del contacto social?

Amebinks, como era de esperar, no dijo nada, en parte porque su mirada seguía clavada en el infinito (cuya hemorragia empezaba a ser grave), y en parte porque su lengua colgante le impedía hablar como un ser normal. Vale, también su inexistente cerebro le impedía hablar como un ser normal. De hecho, considerarle como “ser normal” es, cuanto menos, un increíble cumplido para un amebiano.

Amebinks reaccionó cuatro semanas y media más tarde, para guiar a los Gambdis hasta un pequeño agujero entre los corales, por el que descendieron, esquivando peligrosos seres marinos microscópicos. Al cabo de un rato llegaron a una especie de bola marrón enorme. El hogar de los amebanos. Ambos Gambdis entraron, siguiendo a Amebinks, que les guió a través de los pasillos de mierda submarina de la ciudad amebana. Tras dar siete vueltas por el mismo sitio, les llevó a un gran salón (si es que dentro de una ciudad creada por amebanos algo puede considerarse como “gran salón”), donde su jefe, el gran (literalmente) AmeBass estaba comiéndose los mocos.

-Saludos, gran (literalmente) jefe AmeBass… - dijo Qui Gambón, con toda la educación que fue capaz de reunir en cinco minutos. Al no obtener resultados, siguió hablando – Queremos un transporte para llegar a la ciudad de los Gambaboo. – El jefe AmeBass reaccionó ante el nombre de “Gambaboo” y abrió los ojos exorbitadamente.

-¿Gambaboo? Esos miserables crustáceos no merecen vivir… ¿para qué queréis ir a la ciudad Gambaboo? – La capacidad del jefe AmeBass para hablar sorprendió a propios, a extraños, e inclusive al propio jefe. Qui Gambón se sintió algo intimidado por la reacción del jefe, pero luego pensó “soy el más macho”, y se repuso.

-Tenemos que avisarles de que están invadiendo el planeta.

-Ah, pero… ¿están invadiendo el planeta? – Qui Gambón miró a Obi GambaWan, que había decidido (de manera muy oportuna) mantenerse al margen. Qui Gambón suspiró, un suspiro que podría traducirse por “qué subnormal…”.

-Sí. Los crueles y desalmados bogavantes están arrasando la superficie del planeta. – Inclinó los brazos (todos) hacia adelante, y abrió los ojos - ¡Debemos avisar a los Gambaboo antes de que sea demasiado tarde, y estén extintos! ¡Que si no nos quedamos sin parodia!

El jefe AmeBass volvió a explorar sus fosas nasales en busca del preciado mineral gelatinoso y verde que habitaba en ellos, mientras pensaba. Al rato, enunció.

-Que les den.

Qui Gambón no perdió la postura que había adquirido (pose, la verdad, muy dramática, que le da un toque bastante cool a la escenita que estaba montando). Al cabo de un par de minutos sin más sonido que el de Amebinks babeando, y el dedo del jefe AmeBass rebuscando en sus fosas nasales, Qui Gambón suspiró y dejó caer los brazos.

-Es posible que no os llevéis bien con los Gambaboo… pero entre los dos habéis hecho de este mundo la pelotita de mierda que es ahora. Y es importante que ambos defendáis eso. ¿Qué sentido tiene crear una preciosa pelotita de mierda, si luego dejáis que los crueles y desalmados bogavantes la destruyan y la conviertan en una fea pelotita de mierda? (No nos engañemos, Gambaboo era poco más que una pelotita de mierda) Prestadnos ese transporte para que juntos podamos defender lo que habéis creado…

AmeBass roncaba como si estuviera profundamente dormido (cosa que, casualidades de la vida, estaba). Qui Gambón interpretó ese gesto como un “sí”, así que agarró a GambaWan por la túnica y le arrastró cual bolsa de basura pesada hacia una pequeña portezuela que había en la parte trasera del salón. Allí estaba el parking de los altos cargos. Qui Gambón eligió un Ferrmitaño Testarrossa rojo, metió a GambaWan en el maletero e hizo un puente para poder arrancar el coche.

Gracias a estas inteligentes tácticas, Qui Gambón y GambaWan pudieron llegar hasta la ciudad Gambaboo. Cuando Obi GambaWan y Qui Gambón llegaron al palacio de Gambidala, tras aniquilar con sus bigotes láser a cientos, miles, miles de millones de bogavantes por el camino, ésta les esperaba encadenada al trono, golpeteando en el apoyabrazos con parsimonia, rodeada de cientos, miles, miles de millones de bogavantes, armados hasta los… ¿bigotes? ¿pinzas?

-¡Mi señora! ¡Están invadiendo el estanque! ¡Debemos huir! – dijo GambaWan.

Los soldados bogavantes que rodeaban el trono comenzaron a reírse a carcajada limpia. Qui Gambón no perdió ni un segundo, y los fulminó a todos con su mirada de hielo, y sus bigotes láser. Obi GambaWan procedió presto, raudo y veloz a soltar a la princesa de sus cadenas, y cuando lo hubo conseguido, ésta corrió a abrazar a Qui Gambón.

-Gracias por salvarme, noble Gambdi. Pero, ¿Qué debemos hacer ahora? – GambaWan guardaba las cadenas, maldiciendo su mala pata (teniendo tantas, alguna debía de ser mala). La princesa se apartó rápidamente al notar cierto extraño bulto en el caparazón de Qui Gambón.

-Debemos dirigirnos sin demora a TiburosCant, la capital de la piscifactoría, para advertirles de lo que está pasando – Dijo Qui Gambón, maldiciendo su “mala pata”… Bien, los Gambdis acompañaron a Gambidala a recoger sus enseres personales antes de dirigirse hacia el hangar de palacio, donde cogerían la nave-Ostra-real de Gambaboo.

Tras esto, acompañaron a Gambidala de compras por el centro comercial más importante, lujoso y prestigioso de la ciudad. Compró unos zapatos nuevos, porque los que llevaba no le hacían juego con el naranja radiactivo de su traje de presa real (era para evitar sospechas), además de una Tortuguite, las maletas más resistentes de toda la piscifactoría. No dejen escapar ésta oportunidad, y compren allí ustedes también, antes de que el planeta acabe destruido, o antes de que los devoren en una boda/bautizo/comunión… o, peor aún… ¡En Navidades!

Posteriormente, Gambidala fue a recoger a su amante nº 5234625241390462…, Sio Gambible, segundo gobernador (por enchufe, y el segundo gobernador nº 5234625241390462 que había tenido Gambaboo durante el reinado de Gambidala), para que le acompañara en esta tan cruel y dura travesía.

-No es que no quiera ir, mi amor, pero es que están jugando los GamboWatchers contra los Gambkees, ¡y es la final de la GambaBowl! – Suplicaba Gambible.

-Nada, nada, ¡¡tú te vienes!! – Gritó Gambidala.

-Menudo carácter que gasta la nena… como me pone – susurró Qui Gambón a su discípulo GambaWan, quien era totalmente cierto y objetivo que tenía mucho que aprender… aunque no precisamente de su maestro, muy ducho en artes amatorias, y demás morralla telenovelística.

Gambidala subió a rastras a su amante nº… bueno, ése, a la nave-Ostra-real del reino, seguida de GambaWan y Qui Gambón. El primero de los últimos se preguntaba en silencio si no era necesaria una tripulación más numerosa para llevar una nave de unas 14096517340981 toneladas y siete diecinueveavos (a ojímetro). Pero como su maestro no había dicho nada (embobado, por otra parte, por los bigotes y el trasero de Gambidala), se encogió de hombros (de todos), y subió a la nave, mientras ésta cerraba sus compuertas, y con un sonido parecido al de un gran pedo de Ostra, arrancó motores.

Como no podía ser de otra manera, mientras los campos de Gambaboo eran devastados por cientos, miles, miles de trillones de bogavantes, que nadie sabe de dónde salieron (más que nada porque Qui Gambón y GambaWan, ellos solitos, ya habían matado, un par de veces, a cientos, miles, miles de millones de ellos), la nave-Ostra-real del reino Gambabooiano intentaba atravesar sin éxito el bloqueo de la flota bogavántica.

-Dejadnos pasar. –Pidió Qui Gambón

-No. –Espetó la nave de los bogavantes (hoy en día inventan cada cosa…)

-¡Es una urgencia! –Urgió Qui Gambón.

-Pase por la ventanilla 514367-B, pida el formulario 2134-K/4, rellénelo con el bolígrafo 2987-77BaW y tráiganoslo, y quizá le dejemos pasar.

-…

-…

-¡Déjenos pasar! –Re-urgió Qui Gambón.

-No.

-¡Por dios, que alguien les convenza! – Gritó Qui Gambón, frito (y al ajillo, además, muy rico) de tanta bogavante-cracia.

Gambidala cogió el intercomunicador por los huevos, y con voz muy sensual, dijo:

-¡A VER, PEDAZO DE SUBNORMALES, OJIENORMADOS, PINZAMANCOS Y ROJIPIÉLICOS! ¡¡QUE NOS DEJÉIS PASAR DE UNA PUTA VEZ!!

Después de un leve zumbido agudo en el intercomunicador, la flota bogavántica hizo un pasillo a la nave-Ostra-real, la cual lanzaba sus… ¿puños? Amenazadoramente de un lado a otro, mientras lo atravesaba.

Tras unos breves procesos gástricos y algunos pequeños cálculos infinitesimales llevados a cabo a la sorprendente velocidad de 0’9 MierdaHerzios, la nave-Ostra-real se tiró un gran pedo (pero enorme, no veáis si olía, el muy cabrón), preparando los motores para el HiperPedo, que es como el hiperespacio, pero en gaseoso.

7 minutos después, los tripulantes aún esperaban a que los cálculos se finalizaran, mientras la flota de bloqueo bogavántica se echaba unos muses, briscas, strip-pokers y otros juegos de cartas y azar. Al cabo de otros tantos minutos, la nave-Ostra-real cayó en estado de coma etílico profundo, debido al olor de su propio pedo preparatorio para el HiperPedo, y Qui Gambón, ayudado por GambaWan, redirigió la nave de tal como que para cuando llegara el HiperPedo, la flota bogavántica fuera afectada.

Dos días después, al fin halló una ruta hasta el próximo estanque, reactivó sus sistemas (estamos hablando de la nave-Ostra-real), encogió el estómago, comprimió su ano, y con un enorme…

¡PRRRRTFFFFTFFTTTTTTtttt…!

La nave entró en estado de HiperPedo, y salió catapropulsada hasta el infinito, y más allá, despidiendo hedores nauseabundos, sólo comparados con queso cabrales a la crème d’axilè. Un rato largo después, las naves de la flota bogavántica fueron cayendo redondas, una tras otra, debido a los efectos del HiperPedo. Los cráteres que dejaron al caer sobre la superficie, humeantes y malolientes (y los agujeros también) fueron llamados, por los gambabooianos, “agujeros de mierda”.

Sunday, February 04, 2007

La ecuación del Caos: Ciclificación.

Piensa un número cualquiera, ahora piensa en otro, así sucesivamente, quizás pienses que has conseguido una secuencia aleatoria. Gran error, es fácil encontrar una ecuación para la serie que has creado.

Y es que a veces todo en la vida es Caos, ocurren multitud de sucesos sin aparente conexión entre ellos que te descolocan cada vez un poco más, y te hacen reconstruirte poco a poco, haciendo parecer al mundo un "sin sentido".

No muchos son los que intentan observar todos estos acontecimientos, unirlos, relacionarlos para finalmente darles su punto lógico. Es una práctica útil para vivir mejor, adelantarse a los hechos, pero eh aquí un problema físico que hace que no siempre sea de ayuda incluso pueda producir el efecto contrario: el observador afecta a lo observado: Afortunadamente (o no), no podemos observar sin que cambiemos la situación que estamos observando y analizando para posteriormente comprenderla.

Siempre existió una fácil solución al problema, cuya realización se me antoja de momento algo imposible de realizar en la práctica, conocer la situación sin observarla directa o indirectamente. Pura Ciencia infusa que si alguien posee puede usarla para investigar en este camino, pero como yo no la tengo aún no me centraré en esta vía.

Después de este pequeño prólogo centrémonos.

Es cierto que las cosas cambian mientras las observamos pero muchas veces se pueden sacar conclusiones sobre lo que observamos, en este caso pongamos como ejemplo a la sociedad, si concretizamos tendremos el marginal de la sociedad, el individuo.

Un ser humano tal como lo conocemos ahora funciona de dos maneras, voluntariamente e involuntariamente, pero algo esta claro más involuntariamente que voluntariamente, respiración, latidos, conexiones entre neuronas , bla bla biológico...

Pero importa más que el control de la vitalidad las acciones involuntarias que en algún momento de nuestra existencia fueron voluntarias. Ahora mismo estás realizando muchas de ellas y fácilmente puedo conseguir que recuerdes que en otro tiempo fueron voluntarias, una pequeña manipulación para que las cambies. Ejemplo fácil y sencillo:

Llevas respirando todo el rato que has leído este texto, pero no te lo habías planteado, sin embargo ahora estás notando tu respiración, y será cuestión de segundos que te vuelvas a olvidar de ella.

La gente vive sumida en patrones, en reglas que repite día tras día y las convierte en cuasi acciones inconscientes, ¿Qué nos dice esto?

Pues que tristemente la vida diaria de una persona puede ser resumida fácilmente en un puñado de frías lineas. Pero esto no acaba aquí. Pongamos a un ser algo más complejo, alguien que le gusta cambiar de vida cada cierto tiempo porque nunca esta a gusto con la que tiene y piensa que cambiando así va a llegar un momento en que la encuentre...

En ese mismo argumento se encuentra la frase que resuelve el problema, nunca va a encontrar ese lugar porque la vida de esa personas "es feliz" cambiando, y no es que sea feliz es que eso se ha convertido en su rutina. Y ciertos experimentos sobre otros sujetos me ha demostrado que hacer ver al sujeto su "errónea ecuación" es imposible, pues para el sujeto es 100% cierta y esto...¿Por qué es así?

Por algo muy sencillo, la lógica se encuentra en nuestro cerebro, hacer algo con lógica requiere de la voluntad, y para comprender algo erróneo sobre algo inconsciente: o bien movemos la lógica hasta la inconsciencia (me temo que o eres lógico 100% o no lo consigues, y el ser humano por naturaleza no es para nada lógico) o mueves tu ciclo vital al consciente y lo analizas paso a paso durante un mes (también realmente complicado pues requeriría un trabajo mental tan excesivos como para dejarnos exhaustos 5 minutos después de haber comenzado la prueba).

Entonces nuestras acciones "inconscientes" si son bastante complejas, llegan a ser realmente complicadas de entender y cambiar (no confundir con manipular), de ahí que actualmente estemos rodeados de tanta ineptitud y falsedad.

Para demostrar el pilar de esta teoría mostraré un pequeño ejemplo de lo bueno que puede ser pasar una acción de voluntaria a involuntaria: Imaginemos por un momento que los recién nacidos nacieran con la capacidad de comunicarse en vez de con la capacidad de aprender a comunicarse: esta claro que nos ahorraríamos años de enseñanza...pero y si hay una alteración genética ? El sujeto será repudiado por la sociedad y aislado. Es bueno por lo tanto que aprenda su lengua natal lentamente.

Como siempre me planteo por qué escribo todo esto, porque quizás a alguna mente inteligente le sirva para otra teoría social, así como a mi yo para conseguir una ecuación ciclificada de algo aparentemente caótico.

Otro día expondré los riesgos de llevar nuestra vida hacia una aparente calma mediante la "inconscienciación" de nuestra propia vida. Aquellos que andan por la vida sin pensar las cosas. Curiosos sujetos a los cuales una mente poderosa puede llegar a transformar en pequeños zánganos dispuestos a cualquier cosa por su reina colmena.

Saturday, February 03, 2007

03 - kirin el misterioso y una visión inquietante

¿Qué debo pensar?, todo lo ocurrido es algo que ciertamente creo que me supera, hacer un repaso de todo lo que ha pasado en apenas 2 horas es algo imposible.
Un día te levantas y en lo único que piensas es seguir la rutina que Amaesh dicta en todos sus decretos, más que nada para no tener problemas con él y con todos sus malditos agentes.
Pero aquí estoy sentado en una azotea pensando que he pasado de ser una máquina movida por un sistema corrupto pero pudiendo vivir tranquilamente, a ser un criminal de clase 1.
En menos de 2 horas he hecho algo que nunca pensaría que podría hacer, ahora mismo los agentes me estarán buscando para ejecutarme por haber infligido varios decretos, tener pensamientos no aceptados en el régimen (decreto nº 27), resistencia a los agentes de la autoridad (decreto nº 23), no aceptar una pena impuesta “justamente ” por los agentes de la autoridad (decreto nº 24), agredir a un agente de la autoridad (decreto nº 20), matar a un agente de la autoridad (decreto nº 25), evasión y fuga (decreto nº 28), y otros tantos que seguro habré infligido simplemente por haberme convertido en un hombre buscado, y todo ello como ya he mencionado me convierte en un criminal de clase 1.
Para colmo tengo que volver rápido a mi casa a buscar mis planos y los prototipos, aún con fallos, pero prototipos, ya que si los de la autoridad los encuentran se los apropiaran, cosa que no me hace ninguna gracia. Esta es la realidad, yo sin lugar donde esconderme y con necesidad de volver a un lugar donde seguro me estarán esperando.
Al pensar en esto, lo único que se me ocurre es que debo moverme pero mis músculos no responden, es como si me hubiera quedado sin energías, como si la corriente eléctrica al abandonarme se las hubiera llevado consigo. De repente oigo un sonido y unas palabras que me dicen que han visto lo ocurrido y que nos llevaremos bien. Je, lo que me faltaba, ahora un agente de la autoridad me había encontrado, pero no tengo ni las menores fuerzas, ni ganas, para levantarme y menos aún para luchar con él.
Sin prisas ni movimientos bruscos levanto la cabeza, y a través de mi pelo lacio, sucio por el sudor, que me cae sobre la cara le miro.
Al principio pienso que es un maldito agente y agacho la cabeza tras echarle un vistazo, pero de repente, al hacerme una imagen mental de lo que he visto, levanto la cabeza bruscamente y anonadado.
Es un hombre de constitución media tirando a fuerte, moreno, pelo negro, ojos azules, de un azul intenso, casi blanquecino que provoca una mirada ciertamente inquietante, pero eso no fue lo que me llamó la atención, no, lo más sorprendente era que estaba suspendido en el aire como si no pesara nada.
En ese instante recuerdo las palabras que me han hecho levantar la cabeza al pasar por mis oídos, le miro fijamente y respondo.
-¿Qué te hace pensar eso? - Contesto bruscamente y con bastante recelo - si me has visto sabrás de lo que soy capaz.
Sin pensarlo dos veces mi mente lógica empieza a funcionar y contra la voluntad de mis huesos y músculos me pongo en pie por si acaso me ataca.
- Creo que no nos hemos presentado - dice con un tono cálido mientras se posa suavemente sobre el borde de la azotea y me mira fijamente - Soy kirin, y no, no soy un agente de la autoridad.
Ese último comentario se lo podía haber ahorrado, o por lo menos, podía haberlo dicho con otro tono, ya que al decirlo de esa manera tan fría hizo que todos mis pelos se pusieran de punta. No se si fue por el escalofrío o simplemente porque mi cuerpo no se mantenía en pie, pero caí de rodillas y al toser vi que lo que tosía era sangre.
En ese momento al verme caer kirin sonrío y simplemente se agachó hasta ponerse en cuclillas y así poner sus ojos a la altura de los míos.
- Si señor, sé de lo que eres capaz, pero aún así todavía no estas a mi altura, si te hubiera querido hacer algo ya estarías muerto - susurró con una sonrisa cínica en la cara - pero cuando me mandan a por un nuevo recluta para nuestra causa, no estaría muy bien que lo llevara muerto ¿no?
Ante esto yo seguía preguntándome quien coño era este tío que se hacía llamar kirin y que decía que me querían como recluta para una causa de la que no sabía nada. No tenía ni idea a que organización pertenecía esa causa de la que me hablaba, pero lo que sí sabía seguro es que cada vez me empezaba a encontrar peor y él no me daba nada por lo que dudar de su palabra.
Debí reflejar en mi cara lo que estaba pensando porque kirin sin decir nada empezó a rebuscar dentro de su bolsillo derecho en su chaleco y saco una especie de cápsula que me ofreció extendiendo la mano.
- Es una cápsula de recuperación de energía, hará que tu sistema curativo incremente durante las próximas 3 horas permitiéndote sanar las heridas que te provocaste en la pelea de antes.
Miré la cápsula, miré su cara y por mi mente empezaron a pasar las imágenes de lo que había sucedido minutos antes con los agentes de la autoridad.
-¿Qué me provoqué en la pelea? - dije muy confundido mientras me tragaba esa cápsula azulada que según kirin me curaría.
-Si, has usado un proceso que normalmente sólo tienen una minoría de personas y que suele ser de carácter intelectual, es decir, para incrementar las conexiones entre las neuronas del cerebro y conseguir un mayor rendimiento intelectual, - dijo mirándome fijamente a los ojos, cosa que provoco que esos dos focos de luz azulada me pusieran la piel de gallina - pero iba paseando en la acera de enfrente a la que tu ibas, cuando vi que de repente te empezabas a reír y vi como los agentes te miraban fijamente y te apuntaban con sus putas varitas lectoras de mentes. - comentó con rencor visible en esos ojos que tenían un suave reflejo parecido al hielo - Tras esto pense que iba a presenciar como los agentes mataban a varias personas inocentes junto contigo, pero de repente, vi un brillo azulado y vi como unas llamas de color azul bajaban por tu espalda, siguiendo tu columna, para luego volver a subir hacia tu cabeza. – Comentó visiblemente emocionado al recordar el momento - Después sin previo aviso contemplé como tu cuerpo estallaba convertido en llamas azuladas, violetas y celestes, para luego aparecer tu cuerpo lamido por esas llamas como ardiera pero sin quemarse.
-Y ese movimiento que sólo tienen unos privilegiados ¿qué tiene que ver con lo que a mí me ocurrió en la calle cuando me atacaron los agentes? - pregunté sabiendo en mi interior la respuesta pero sin querer admitirla.
-Muy sencillo, cuando vi que las llamas salían de tu espalda me recordó como los privilegiados intelectuales describían el proceso de mejora de sus cerebros - dijo con un tono ciertamente lacónico - como si una corriente eléctrica les recorriera la espalda y luego volviera a su cabeza.
Ante esto lo único que se me ocurrió decir fue un simple y vanal “ahh” que le dio a entender que yo ya sabía que me iba a responder.
-Ya sabías que te iba a responder ¿no? - Preguntó sonriendo y confirmando lo que pensé - por que tu puedes hacer el proceso de mejora de cerebro ¿no?
-Sí - contesté resignado - solo que no sabia que hubiera otros como yo.
-¿Cómo tu? Como tu no hay ninguno, nadie que tuviera esa capacidad está cualificado para la batalla - dijo dejándome sin palabras - tu has mejorado el proceso, aunque es evidente que lo que has conseguido requiere un desgaste masivo del cuerpo, cosa que te podría matar, lo has llevado a un nivel superior en el que no solo se controlan las conexiones entre las neuronas, sino que también se controla la fuerza de los músculos llevándolos a limites insospechados y en realidad has llegado a ese sentido de la superioridad que tanto teme Amaesh, aunque el precio ha sido acabar con el cuerpo tan destrozado como lo tienes ahora.
En ese momento comencé a sentir un calor en los músculos de mis piernas, aquellos que más había usado en mi pequeña disputa, y al rato me pude poner de pie.
-¿Así que ya te puedes poner de pie? Eso es señal de que puedes moverte otra vez y por tanto es hora de que nos vallamos al cuartel donde serás recibido con una calurosa bienvenida.
-Kirin, antes tenemos que ir ha hacer una cosa en mi antigua residencia.
Kirin me miró como si hubiera perdido el juicio.
-¡Pero tu estás loco! - Gritó mientras ponía una cara de preocupación e indecisión sumas - allí es donde más agentes de la autoridad habrá.
-Precisamente por eso hay que ir allí - dije mirándole a los ojos – en esa casa tengo unos planos y prototipos que como descubran los agentes acabaran en manos de Amaesh, lo que llevara a que los agentes tengan mayor poder al utilizarlos en su beneficio.
Al escuchar esto Kirin se quedó pensativo y tras unos instantes comentó
-No veo en que podría beneficiarme el acompañarte en esa misión suicida... – justo cuando iba a replicarle levanto la mano para callarme - ... pero a la organización le vendrían bien nuevas armas para luchar. - terminó con una gran sonrisa en la cara confirmando lo que ya había dicho de palabra.
-Bien una vez que ya sé seguro que me acompañas – dije con cara de preocupación – ¿cómo se supone que voy a bajar de aquí? porque no tengo ni idea de cómo hacerlo.
-Ese es problema tuyo – soltó Kirin sonriendo mientras se elevaba en el aire – piensa en como has subido.
Esto último lo dijo con un tono especial mientras subía una de sus cejas lo cual formó una mueca bastante ridícula que me provocó una carcajada.
Me concentré pensando en la situación en la que me encontraba, y tras pocos segundos sentí ese familiar cosquilleo por la espalda que al volver a mi cabeza provocó un pinchazo en la parte posterior de los ojos, con lo que empecé a verlo todo con mayor claridad. Miré a Kirin y le pregunté si había ocurrido algo y él al responderme que no se río de una manera condescendiente.
Justo en el momento en el que iba a decirle que con esa ayuda no iba a conseguir nada, una explosión bestial justo enfrente del edificio en el que nos encontrábamos provocó una enorme columna de humo denso y negro.
Esa columna salía directamente de una calle a unas dos manzanas de donde nos encontrábamos y eso me llevó a pensar que habían llegado al piso donde malvivía con mi madre.
Este pensamiento de mi madre sola en el piso atacado hizo que en mi naciera un sentimiento de cólera tal, que en un momento empecé a experimentar un dolor insoportable que recorrió toda mi espalda siguiendo mi columna vertebral, provocando así que me dieran unas convulsiones que me hicieron retorcerme y estirar la espalda para intentar reprimir el dolor que me cegaba. Ese dolor subió, tras haber recorrido mi columna y haber partido de la misma base del cráneo, a mi cabeza, la cual creía que me iba a reventar, lo que hizo que cayera de rodillas y me la agarrara con ambas manos mientras un desesperado grito se me escapaba entre los labios. De repente sentí tal dolor tras los ojos que pensé que habían reventado hacia fuera, con lo que sin poder explicar por qué me levante de súbito y me pareció sentir como mi piel se resentía al sentir algo similar a una explosíon saliendo de mi propio cuerpo.
A mí alrededor, esta vez sí, pude ver como unas llamas se expandían como en una explosión sobre mi piel y como al llegar al suelo, a través de mis piernas, lo empezaban a resquebrajar y quemar todo en un radio de 2 metros desde mi posición. En este punto sentí, sin poder evitarlo, como todas mis ropas, excepto los pantalones de correr que me ponía siempre debajo de la misma, estallaban en llamas, y un sentimiento empezaba a aflorar y a nublar mi mente,
Este sentimiento incontenible era una cólera sin sentido que se apoderó de mí al notar las llamas deslizarse y lamer todo mi cuerpo.
En este momento el dolor ya no existía, la cólera lo sustituyó y a la vez que sentí crujir mis piernas al flexionarlas, o más bien los músculos que las movían, miré desafiante a un Kirin que no se creía lo que estaba ocurriendo debajo de sus propias narices a través de las matas ondeantes que una vez fueron mi pelo. Al estirar las piernas el movimiento provocó que saliera despedido hacia la gran columna de humo, con lo que dejé a Kirin suspendido en el aire frente al edificio de nuestra conversación, reflexionando, con cierta idea de lo ocurrido, cara de incredulidad y temblando de lo que había tenido, según él, el privilegio de contemplar.