Sunday, January 28, 2007

Un nuevo punto de partida, otra nueva oportunidad.

Supongo que como todos los días en estas fechas he vuelto a hacerlo. La verdad es que no se porque pero el caso es que lo he hecho, de repente hace dos días me encontré sentado en un parque, yo solo, viendo a la gente pasar y teniendo la sensación de que por mas vueltas que le de a mi cabeza no podré sacármelo.
La realidad es la siguiente, me aburría, no sabia que hacer y lo único que se me ocurrió fue ira a dar un paseo por el barrio.
Quizás hice algo que no es muy común, me refiero al hecho de tener la necesidad de salir a la calle para sentirse acompañado, en el fondo no sentirse solo, pero por otro lado también salí para, mientras miraba al resto de la gente a mi alrededor, estar encerrado en mi interior, marginarme, encerrarme, no socializar. Es irónico no? estar rodeado de gente pero estar solo. Algo fuera de lo común desde luego.
Realmente según salí de mi casa no tenia un rumbo fijo, simplemente me limite a ponerme los cascos, subir el volumen de mi mp3 y dejarme guiar a donde fuera, sin rumbo, sin destino.
Eso es algo que no es lo mas normal pero desde luego no podía seguir como si no fuera a ningún lado, así que sin pensarlo subí unas escaleras que me encontré enfrente gire a la izquierda y me encontré en el mismo sitio de siempre. Sonreí, vi que en mi sitio se habían sentado un par de pijas, cosa que no me molestaba porque en donde se habían sentado no estaba escrito mi nombre, pero hicieron que me fuera un poco mas lejos y me apoyara en una pared, supongo que lo que me llevo a alejarme fue ese sentimiento marginalista que estaba sintiendo en este mismo momento. Durante este momento lo único que puede pensar es que sus ojos no paraban de mirarme y casi era como si ellos me quemaran. Me apoye en una pared a cierta distancia y me encendí un cigarro. Agache la cabeza con el cigarro entre los labios, cogí el mechero de uno de mis bolsillos, lo encendí y vi como la llama surgía, lenta y omnipotente y no puede evitar pensar que qué ingenuo era el ser humano por creer que podía controlar el fuego. Acerque la llama a la punta del cigarro y cuando este estuvo en contacto con ella lo que hice fue aspirar mientras sentía el intenso sabor del tabaco, mientras veía como su punta se encendía iluminando con un resplandor rojizo.
Entre tanto las pijas no habían parado de mirarme y ya me estaba mosqueando, cosa que evidentemente pude demostrar al exhalar el humo del tabaco con cierta violencia mientras las miraba con una frialdad que solo me sale en los momentos de marginalidad que me dan de vez en cuando.
Ante esto, y ciertamente un poco incomodas, las chiquillas se levantaron y se fueron escandalizadas. Ante esto yo lo único que hice fue dar otra calada al pitillo y exhalar el humo con tranquilidad, dejando que saliera con lentitud.
Me acerque al sitio que habían dejado libre las chicas y me senté apoyando la espalda contra la pared, mientras mis pensamientos se alejaban por fin de la extraña situación que había podido vivir momentos antes. Empecé por fin a pensar en lo que realmente me había llevado hasta allí y cuando la gente que me veía al pasar se fijaban en mi debían pensar que estaba drogado o algo así, porque todo eran miradas de desconfianza y extrañeza.
Ante esto es lo que me quería enfrentar ver a la gente pasar y simplemente estar ahí con tal indiferencia que les hiciera sentirse incómodos, pues con ello simplemente conseguían que me sintiera mas vivo. La verdad es que llego un momento en el que unas chicas pasaron por delante de mi, me miraron y se rieron comentando algo, y yo simplemente las mire intentando no reflejar ninguna emoción ni sentimiento en mi rostro. A las chicas se les helo la risa en esa mirada y se apresuraron a irse mientras en mi interior una chispa iluminaba mi vida.
En eso momento lo comprendí, era sencillo, algo que hacia mucho tiempo que no sentía había vuelto a aparecer en el interior de mi alma, un sentimiento que me parecía que había muerto mucho tiempo atrás. En ese momento lo vi, o mas bien lo sentí, no, la verdad es que lo vi, porque en ese segundo tenia los ojos cerrados, probablemente los científicos y médicos dirían que fue un reflejo de la luz en mis retinas o cristalinos o algo así, pero par mi fue una luz que me lleno por dentro que poco a poco me hizo comprender la razón de todo lo que había hecho.Era algo muy simple, algo que pocos podrían comprender y que aunque lean este texto no lo comprenderán, ya que es algo de fe, pero para mi fue de lo mas real, simplemente mi mente alcanzo otro nivel de comprensión dentro de mi.
Simplemente sentí como Tailer renacía dentro de mi.

2 comments:

Unknown said...

"Es irónico no? estar rodeado de gente pero estar solo. Algo fuera de lo común desde luego."

Para nada fuera de lo común. ¿Cuántas veces estamos en medio de un montón de gente y nos sentimos completamente solos?

Anonymous said...

Me encantó leer tu historia, lo describiste tan bien que podía imaginarme perfectamente lo que leía.
Tu historia creo que es muy real, por eso de que sales a la calle para encerrarte en tí mismo e ir sin rumbo a ningún lado; que yo no lo he hecho nunca, pero alguna vez he sentido las ganas de hacerlo, y creo que bastante gente también, por eso creo que cualquiera podría identificarse.
Me gusta mucho tu manera de escribir, espero leer mas historias así.